eramos el uno para el orto

es un poema escrito en mi propio cuerpo
no intenta arrebatar nada, no pretende ser mas de lo que es:
una bala perdida,
un aullido de husky siberiano de departamento.

la propia mano es guiada por la circustancia,
a esta circustancia le place dejar un recado en mi cuerpo,
donde yo se.
tatuajes que yo misma calo
buscando un respiro en mi placebo.

peca la injusticia del querer y no poder.
donde esta mi manzana?
la exijo.

abrazo pagano
arena hasta en la ropa interior.
el segundo es aliado, no perdamos tiempo.

ese lunar,
marrón, a lo Venus, cerca de la luna de mi ombligo
ya lo conoces?

el absurdo es un abismo tentador.

cuando le dije mordeme,
me referia al pezón.
debi parar a tiempo.

a ella le faltaba una pierna.
lo mio es tuyo, le dije. y cuando estabamos enredadas
compartimos hasta la lengua.

digale: Azucar, llena las sombras

tanto nos abrazamos que parecíamos querer asfixiarnos.

en mi boca, este veneno
dama pez, perdeme en tu fondo
esta sobredosis de absurdo ríe plena.
haceme llegar bella sobredosis,
me entrego completa a tu capricho
dejaré que termines conmigo.